miércoles, 3 de marzo de 2010
Los Mixtecas
La cultura mixteca es la expresión del desarrollo del pueblo mixteco y sus antecesores. Comenzó a desarrollarse durante el periodo Preclásico Medio de Mesoamérica (ss. XV-II a. de C.) y concluyó como desarrollo independiente con la Conquista española de los reinos mixtecos durante el siglo XVI de la era cristiana. El territorio histórico de los mixtecos es la zona conocida actualmente como La Mixteca, dividida entre los estados mexicanos de Puebla, Oaxaca y Guerrero. En su propio idioma, el nombre de la nación y el país mixteco es Ñuu Dzahui, que se traduce como país o pueblo de la lluvia.
La importancia de la cultura mixteca radica en que cuenta con una de las cronologías más extensas de Mesoamérica, precisamente por la antigüedad de sus orígenes. La historia de este pueblo comenzó como resultado de su separación de otros pueblos de habla otomangueana en el área de Oaxaca. En las primeras etapas de su desarrollo, los mixtecos compartieron numerosos rasgos culturales con sus vecinos zapotecos, algunos de ellos importados como signos de prestigio por parte de los grupos gobernantes. La evolución divergente de los mixtecos y los zapotecos, favorecida por el entorno ecológico y las condiciones internas de cada pueblo, alentó la precoz concentración de urbana en las metrópolis zapotecas de San José Mogote y Monte Albán y estimuló la multiplicación de pequeñas urbes en los valles de la sierra Mixteca. Las relaciones entre los estados mixtecos y la metrópolis zapoteca fue constante durante esa etapa, pero al mismo tiempo, La Mixteca se incorporó a la red de relaciones panmesoamericanas. Por ello, algunos productos mixtecos se encuentran entre los objetos de lujo hallados en el área nuclear olmeca.
Durante el Clásico, el apogeo de Teotihuacan y Monte Albán fueron un elemento que estimuló el florecimiento de la cultura mixteca en la región Ñuiñe (Mixteca Baja). En ciudades como Cerro de las Minas se han encontrado estelas que muestran un estilo de escritura que combina elementos de la escritura de Monte Albán y de Teotihuacan. La influencia de los zapotecos se observa en las numerosas urnas halladas en los sitios de la Mixteca Baja, que representan casi siempre al dios viejo del fuego. En ese mismo contexto, la Mixteca Alta fue escenario del colapso de uno de sus mayores centros urbanos, Yucunundahua (Huamelulpan), y la balcanización de la zona. La concentración del poder en la zona Ñuiñe provocó enfrentamientos con los estados de la Mixteca Alta, lo que explica la fortificación de las ciudades en la Mixteca Baja. El ocaso de la región Ñuiñe coincide con el de Teotihuacan y Monte Albán, por lo que al final del Clásico mesoamericano (ss. VII y VIII) también quedaron olvidados los elementos de la cultura de la Mixteca Baja.
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